En 1994, Bacardit regresa a Barcelona después de sus cinco años de estancia en Brasil y Chile. En esos momentos su obra ya está llena de símbolos y referencias a los elementos mágicos de la naturaleza, fruto del mestizaje entre su cultura mediterránea y las culturas indígenes americanas con las que ha convivido.

De 1994 hasta 1996 la temática de su obra se centra en el origen de la vida. En sus cuadros, la mujer será el centro de atención. La mujer entendida como la fuente de vida, representada a través de diversas diosas y de sus órganos de reproducción darán forma a una obra que culmina en esta serie, nacimientos, que fue expuesta en 1996, junto con el colectivo Arta de mujeres artistas, en la sala de exposiciones del centro cultural Can Felipa, de Barcelona.

En este momento, Bacardit ha abandonado totalmente la abstracción. La figura y la representación de la naturaleza será, a partir de este momento, su lenguaje, el vehículo que permitirá a Bacardit crear una cosmogonía que obra a obra se irá construyendo hasta formar un universo propio.